Liga MX Femenil

El futbol femenil ha avanzado a pasos agigantados, pero aún las jugadoras no pueden vivir de él. En México, ellas optan por estudiar una carrera profesional alterna para tener asegurado su futuro económico; contrario a los hombres, que sí pueden vivir con su salario como deportistas y con estudios de nivel educativo de secundaria.

En México, una futbolista profesional gana 7 mil pesos en promedio al mes.
Un hombre que se dedica a este deporte de manera profesional gana 666 mil pesos mensuales en promedio

Jugadoras y ex jugadoras de la Liga MX Femenil comparten los retos a los que se han enfrentado para jugar fútbol de manera profesional.

El principal derecho de las futbolistas es recibir un contrato por escrito de acuerdo con lo estipulado en la Ley Federal del Trabajo, y confirmado en el estatuto de la Federación Mexicana de Futbol.

Las oportunidades que tiene una árbitra para pitar en un juego del máximo circuito varonil aún es un tabú para más de un directivo, por lo que únicamente se les da el rol de auxiliares.

Noemí Monroy augura que la unión y la fuerza para el surgimiento de un sindicato en México provendrá de la rama femenil, con lo que se podría erradicar la cláusula de no embarazo, que es un atropello a sus derechos, y obtener otras como el de la lactancia.

Las relaciones entre integrantes de los cuerpos técnicos y las jugadoras es un problema en los clubes de la Liga MX Femenil que las diferentes directivas no han podido contener para evitar conflictos entre las futbolistas, pero, sobre todo, el abuso de poder y el acoso sexual.

La Federación Mexicana de Futbol (FMF), no cuenta con un protocolo de prevención y acción institucional para casos de discriminación, acoso y violencia de género.

En la Liga Mx Femenil las jugadoras enfrentan despidos injustificados y, en algunos casos, adeudos de salarios