Las jugadoras actualmente tienen un salario de unos 4,500 pesos mensuales, cifra que poco a poco va en aumento, pero que aún es insuficiente y luce mucho menor en comparación con el que reciben los varones en la misma liga.
Solamente en Brasil y Argentina se abonan verdaderos salarios a las deportistas de primera división, y aun en esos países existen problemas de derechos laborales y jugadoras que no acceden a sueldos que les permitan la dedicación completa.