Misoginia futbolera

El futbol soccer es un trabajo profesional reconocido por la Ley Federal del Trabajo, Reglamentaria del artículo 123 Constitucional y no admite distinciones de género.


ABEL CAMPIRANO


No tan antiguo como el hombre, pero ya tiene sus ayeres. El juego de la pelota se practicaba tres siglos Antes de Cristo. Se sabe que se empezó a practicar en la zona central de China; el Harpastum de Roma y el Episkyros en Grecia en los primeros siglos de la era Cristiana, hasta llegar a los ingleses en los siglos XVIII y XIX, y aunque lo jugaban principalmente los hombres, no estaba vedado a las mujeres.


En Mesoamérica, aunque con connotaciones rituales, el juego con pelota de caucho llegó para quedarse; cuando los ingleses llegaron a Hidalgo a la exploración y explotación minera e introdujeron el soccer, no les era tan desconocida su práctica a los naturales.


En México, se organizó el soccer varonil a principios de la década de los veintes. Fue la época del España, el Marte, el Asturias, el Necaxa, el Germania. Por allá en los cuarentas surgió la liga mayor, para empezar a practicarse profesionalmente sobre todo para regularizar las elevadas percepciones de los jugadores españoles que jugaban en nuestro país.


En 2007 se creó la Liga Mexicana de Futbol Femenil. Dando tumbos, la organización se consolidó en 2016; cuenta con 18 equipos, destacando las muchachas del equipo Tigres UANL que han sido campeonas cuatro veces.


Todas las que juegan en la liga practican un futbol sencillo, vertical, limpio, sin trampas, con mucha entrega, sin tantas quejumbres, como sus pares varones. Les ponen el ejemplo de pundonor y valor, pero lamentablemente en lugar de reconocer su pasión y entrega, su esfuerzo y dedicación, los Clubes de la Liga Mx impusieron un tope salarial a las jugadoras. Eso es una misoginia descarada, no está bien. Es injusto, es ilegal.


El futbol soccer es un trabajo profesional reconocido por la Ley Federal del Trabajo, Reglamentaria del artículo 123 Constitucional y no admite distinciones de género. Qué lastima que en tiempos de igualdad de género y lucha por la no discriminación se lleguen a estos absurdos.


Vergüenza debería darles a los mercaderes del futbol practicar la misoginia descarada. Ojalá que Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo, haga lo que sea necesario para que sea una realidad la igualdad de género y no quede como un simple discurso.
lcampirano@yahoo.com

Información publicada en https://www.milenio.com/opinion/abel-campirano/para-la-reflexion/misoginia-futbolera

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